Los menores españoles pasan de media al año 730 horas conectados a Internet, es decir, un mes. La mayor parte de ese tiempo, unas dos horas diarias, las pasan en redes sociales como Tik Tok o Instagram y ahí es donde los expertos consideran que está el principal problema.
"En Internet no existe la regulación con la que cuentan plataformas convencionales de televisión", denuncia Alejandro Perales, presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC), que pide, precisamente, que en la próxima Ley Audiovisual las redes sociales empiecen a regular sus contenidos.
"En ese ámbito se incumplen prácticamente todas la normas", sostiene Perales. Algo que de por sí ya es grave entre consumidores adultos pero que, cuando hablamos de menores de edad, puede incluso llegar a ser peligroso.
Las televisiones, por ejemplo, tienen que cumplir con obligaciones como el horario infantil o la regulación del contenido para menores, algo que no se da en las redes sociales.
Otro problemas, explica Perales, es el de la publicidad. Un reciente informe elaborado por la AUC asegura que un tercio de los mensajes publicitarios y promocionales detectados son comunicaciones comerciales encubiertas y que éstas se registran fundamentalmente entre los 'influencers'.
Este tipo de publicidad encubierta se da en videos generados por los propios usuarios de redes sociales en un 84,6% de los casos. La AUC, asimismo, alerta del aumento de la publicidad de las criptomonedas, las inversiones con una supuesta rápida rentabilidad y las estafas.
Respecto a la nueva Ley General de Comunicación Audiovisual que se encuentra en periodo de tramitación, Perales ha lamentado que no satisfaga todas las necesidades actuales, por lo que ha reclamado la regulación del sector de las plataformas y redes sociales de una forma más completa con el fin de "proteger a la infancia y los derechos de la ciudadanía ante prácticas ilícitas".